viernes, 7 de agosto de 2015

Reseña: In the year of the dragon

Como cualquier escritor, pintor, director o diseñador, en los inicios de su carrera comienza realizando sus primeras obras o diseños, algunos de las cuales son un existo o un fracaso. Si hablamos de algún caso en concreto tenemos el de Stefan Feld, un autor alemán que en 2007 irrumpió con uno de sus mejores y más conocidos títulos: In the year of the dragon.



In the year of the dragon es un eurogame medio, con un motor de elección de acciones y resolución de eventos de 2 a 5 jugadores (aunque la experiencia de juego mejora cuanto mayor sea el número de estos).
El juego nos sitúa en la China Imperial de hace unos miles de años, encarnando a unos príncipes en un año de su reinado: el año del dragón. Durante esos 12 meses, cada uno de los cuales será un turno del juego tendremos que: escoger una acción y jugarla, a veces de forma gratuita u otras pagando 3 yuanes, después reclutaremos un personaje, ya sea un médico, agricultor, guerrero, constructor, etc, mediante el uso de cartas y después y ahí está el elemento novedoso de este juego, tendremos que hacer frente a un evento ya sea la Paz, una invasión de guerreros mongoles, una hambruna, un festival de fuegos artificiales...

Los componentes del juego son correctos, tablero, losetas, fichas de arroz, palacios, dragones de cartón, indicadores de turno y puntos de madera y cartas ( tamaño minieuro: 45x68mm).


La duración de las partidas oscila entre la 1,30 y las 2 horas y el juego no genera gran cantidad de AP a excepción de alguna elección de acción o personaje.

La interacción entre jugadores es indirecta basada en posicionarse en las acciones antes que otro jugador, obligando a pagar o a no poder realizarla, también al arrebatar algún punto con el evento del festival de fuegos artificiales. Las puntuaciones finales suelen estar muy ajustadas y las diferencias suelen estar entre 1 y 4 puntos.
En cuanto al azar es bajo únicamente en la elección del jugador inicial a la hora de escoger los dos primeros personajes y la colocación de las acciones al principio de cada ronda.
En cuanto a aspectos negativos podemos decir que es un juego que no perdona mucho los errores y que una mala planificación puede dejar descolgados a un par de jugadores a la mitad de la partida
sin poder optar a la victoria.



Es un juego fácil de explicar y de jugar aunque se nota que los jugadores expertos pueden desarrollar algunas tácticas a la hora de elegir personajes como la del "doble privilegio + geisha" que hizo que se creyera durante unos años que el juego estaba roto, vamos que esa estrategia era ganadora, ahora se sabe que no siempre lo es. 

Y cerrando ya la reseña, In the year of the dragon es un grandisimo juego, uno de los mejores euros que hay y uno de los mejores títulos de Stefan Feld, que sin estar en el Top 100 de la Bgg (aunque para mi debería de estar entre los 20 primeros) es un juego que cumple y que aporta esa novedad de los eventos a los que los jugadores tendrán que ir adaptándose. Un imprescindible en cualquier ludoteca.






sábado, 1 de agosto de 2015

Reseña: Brass

Al igual que otros grandes juegos como Agricola, Puerto Rico o En el año del dragón, que al oir su nombre nos viene a la mente el autor que lo ha creado, con Brass nos pasa algo parecido. Este juego del 2007 fue creado por el señor Martin Wallace uno de los autores más prolíficos de los últimos años con juegos como Struggle of Empires, Age of Steam o Age of Industry. Siendo este uno de sus mejores juegos.



Brass, es un eurogame duro, con motor de cartas y selección de acciones, de 3 a 4 jugadores (aunque existe una versión para 2 jugadores que funciona muy bien) el cual nos situa en la Revolución Industrial. Los jugadores encarnamos a nobles ingleses que invierten su capital en diversos tipos de industrias como: algodoneras, minas de carbón, puertos o siderurgicas, para obtener cada vez más dinero y puntos de victoria. El juego se compone de dos fases: la de los canales y la de los railes. En cada una de las cuales, iremos abriendo rutas con los canales o los railes, construyendo las industrias que correspondan a ese periodo o vendiendo nuestro algodón en puertos o mercados distantes.

Los componentes del juego son de buena calidad: tablero y
losetas de buen grosor, cubos de madera, monedas de plástico resistente y una gran cantidad de bolsitas para guardar estos componentes. Las cartas no están mal aunque yo recomiendo enfundarlas (Mayday mini euro:56x87mm).

En cuanto a la duración del juego, entre 1,30 y 2,30 horas. Por lo que he podido comprobar el juego tampoco tiende a generar una gran cantidad de AP.

La interacción entre jugadores es indirecta, basada sobre todo en construir en determinadas ciudades antes que tus rivales, aprovechar sus construcciones para voltear tus losetas (eliminando el hierro o carbón de encima) o vendiendo algodón en puertos ajenos. El azar prácticamente nulo, solo presente cuando cojamos cartas. En cuanto a algun elemento negativo quizás el no poder vender o comerciar directamente tu carbón o hierro con los demás jugadores, lo que creo que le hubiera dado un punto más a favor al juego creando algo más de interacción entre jugadores.

En cuanto a la curva de aprendizaje no considero que Brass sea difícil de aprender pero quizás si de dominar. Me parece más difícil que juegos como: Puerto Rico, Agricola, Castillos de Borgoña o Tigris y Eufrates, pero más fácil que Dominant Species y al nivel de Caylus.

En definitiva, un gran juego, un gran eurogame, con su merecido puesto entre los primeros del ranking de la BGG y del mio. Las mecánicas que sin ser novedosas encajan perfectamente y nos aseguran buenas tardes estrujándonos un poco el coco.